por Fernanda Barroso
A través de este texto quiero nuevamente invitarte a la reflexión. A que te cuestiones a ti mismo el para qué de lo que eres y haces. Y tú, ¿para qué meditas?
Para mí, la meditación es un viaje hacia ese lugar apacible que se encuentra dentro de mí. Ese viaje a veces es tranquilo, cómodo, fácil....fluido. Otras veces es caótico, de prisa, bullicioso, ruidoso. A veces llego a mi destino, a veces no. Pero es en ese viaje a mi interior que me voy conociendo a mi misma al observar cómo me siento y cómo respondo a lo que sucede en el trayecto. Que si ya ladró un perro, que si el vecino tiene la musica fuerte, que me cae mal la vecina y tambien el otro lado: que qué rico huele el incienso, que me siento agradecida. Y luego el silencio... he llegado a mi destino, contemplación. Observación sin juicio.
Y estoy convencida de que así como miramos dentro de nosotros mismos, salir al mundo y observarlo, si lo hacemos desde la conciencia, también nos permite conocernos.
Y tú ¿para qué viajas? ¿hace cuánto que no viajas?
Y es que viajar no es solo moverte grandes distancias, atravesar mares, surcar los cielos. Viajar también es caminar por tu calle con conciencia, observando los árboles, las casas, las fachadas, las irregularidades de la banqueta y observarte a ti en ese trayecto. Qué te gusta, qué no. Qué piensas, qué sientes al pasar por ese lugar y luego ahí, frente a ti, después de avanzar, esta tu destino. Y como en la meditación, siempre se llega a algún lado, quizás no es lo que esperabas, quizás no es el lugar que habías planeado, pero siempre se llega. Y es que todo viaje trata de ti. Todo viaje te moldea, te expande, te permite conocerte. Hacia adentro o hacia afuera, viaja. En todo viaje se trata del observador.
Así que mi propuesta hoy es que cada día viajes. Aprende a observar y a maravillarte. Vive con esa mirada consciente; educa tus ojos para observar, para ver la belleza y quizás te sorprendas a ti mismo ante la hermosura de tu mundo. Interior y exterior. Tu universo.
Por una vida en consciencia.
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