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Foto del escritorJivan Vinod

NATARAJ - REY DE LA DANZA

POR LINDSAY MARTÍNEZ



¿Qué tal si hoy tuvieras la posibilidad de crear aquello que más deseas y destruir aquello que ya no es contributivo a tu vida? ¿Qué pasaría si tuvieras la oportunidad de derrumbar tus límites y abrirte a las posibilidades? Más aún, ¿qué energía y espacio puedes ser para darte la oportunidad de crear la realidad que tanto anhelas y destruir aquello que requieres arrancar de raíz?


Nataraj es una palabra en sanscrito compuesta por naṭa: ‘danzante’ rash: ‘rey, soberano’. representa al dios hindú Shiva como el danzante divino.


Shiva es uno de los dioses más importantes del hinduismo; él es capaz de crear o destruir, pero destruir desde la transformación universal. Tiene la capacidad de volver a crear a partir de la muerte, la cual representa un cambio en la forma de vida y no la inexistencia definitiva.


Hablar de Shiva, como un arquetipo, es decir, como un modelo que sirve como pauta para imitarlo y con ello adquirir un aprendizaje, es reconocer nuestra capacidad para crear y deshacer cosas, circunstancias y posibilidades en nuestra vida. Es entender que hablar de destrucción no conlleva una connotación negativa, sino una connotación de transformación.


Como dios destructor, Shiva acaba con todo lo que existe para que surja lo nuevo y se regenere la vida, el universo y con ello también se considera un dios creador.


En el campo de la espiritualidad, la destrucción es necesaria para evolucionar.


La meditación de Osho llamada Meditación Nararaj, es una de las posibilidades que tenemos para adoptar este arquetipo y abrirnos a la energía de la transformación.


Ésta se basa en la energía del baile. Es bailar como una meditación en la que desaparecen todas las divisiones internas y lo queda es una conciencia sutil y relajada.

Esta meditación se realiza con la música específica para OSHO Nataraj Meditation, la cual señala y apoya energéticamente las diferentes etapas.

Instrucciones:

La meditación dura 65 minutos y tiene tres etapas.

Primera etapa: 40 minutos

Con los ojos cerrados baila como si estuvieras poseído. Deja que tu inconsciente se ocupe de todo. No controles los movimientos ni seas testigo de lo que sucede. Solo entrégate completamente al baile.

Segunda etapa: 20 minutos

Baila celebrando y disfruta

Tercera etapa: 5 minutos

Manteniendo los ojos cerrados, acuéstate inmediatamente. Quédate inmóvil y en silencio..


Algunas sugerencias de Osho para esta meditación son:

“Olvida al que danza, al centro del ego; vuélvete la danza. Ésta es la meditación. Danza tan profundamente que olvides por completo que ´tú´ estás danzando y empieza a sentir que tú eres la danza. La división debe desaparecer; entonces esto se convierte en meditación.

Si hay división, entonces es un ejercicio: bueno, saludable, pero no se puede decir que sea espiritual. Es solamente una simple danza. La danza es buena en sí misma: Es buena hasta donde llegue. Finalizada ésta, tú te sentirás fresco, joven. Pero esto, todavía no es meditación. El que danza debe irse, hasta que sólo la danza permanezca…. No te quedes fuera, no seas un observador. ¡Participa!

Y sé juguetón. Recuerda que la palabra juguetón, siempre, conmigo es muy básica.

La danza es una de las meditaciones más profundas posibles, simplemente porque, cuando la danza llega a un clímax, el danzarín desaparece. Solamente queda la danza; no hay nadie danzando.

Y entonces se da una atención que no es de la mente, y tampoco del ego. De hecho, esa atención no se puede practicar, algo más se tiene que hacer a manera de preparación, y esa atención te llega. Simplemente tienes que estar receptivo a ella”.


La pregunta ahora es ¿Te darás el permiso de hacer y ser la energía que requieres para crear, destruir y transformar la realidad que deseas?


Referencia

https://www.osho.com/es/meditation/osho-active-meditations/osho-nataraj-meditation


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